يَا أَيُّهَا الَّذِينَ أُوتُواْ الْكِتَابَ آمِنُواْ بِمَا نَزَّلْنَا مُصَدِّقًا لِّمَا مَعَكُم مِّن قَبْلِ أَن نَّطْمِسَ وُجُوهًا فَنَرُدَّهَا عَلَى أَدْبَارِهَا أَوْ نَلْعَنَهُمْ كَمَا لَعَنَّا أَصْحَابَ السَّبْتِ وَكَانَ أَمْرُ اللّهِ مَفْعُولاً
﴿٤٧﴾
Julio Cortes
Vosotros, los que habéis recibido la Escritura, ¡creed en lo que hemos revelado, en confirmación de lo que ya poseíais, antes de que borremos los rasgos de los rostros, antes de que los pongamos del revés o les maldigamos como maldijimos a los del sábado! ¡La orden de Alá se cumple!
Raúl González Bórnez
¡Oh, aquellos a quienes les fue dada la Escritura [Sagrada]! ¡Creed en lo que hicimos descender confirmando lo que teníais, antes de que borremos los rostros y los volvamos del revés o los maldigamos como maldijimos a las gentes del sabt [sábado]! La orden de Dios es para ser cumplida.
Muhammad Isa García
¡Oh, Gente del Libro! Crean en lo que he revelado ahora, que confirma lo que ya tenían [de la verdad], antes de que borre los rasgos de su identidad y terminen en su propia perdición, o los maldiga como maldije a los que profanaron el sábado. Lo que Dios dispone es ineludible.