ثُمَّ قَسَتْ قُلُوبُكُم مِّن بَعْدِ ذَلِكَ فَهِيَ كَالْحِجَارَةِ أَوْ أَشَدُّ قَسْوَةً وَإِنَّ مِنَ الْحِجَارَةِ لَمَا يَتَفَجَّرُ مِنْهُ الأَنْهَارُ وَإِنَّ مِنْهَا لَمَا يَشَّقَّقُ فَيَخْرُجُ مِنْهُ الْمَاء وَإِنَّ مِنْهَا لَمَا يَهْبِطُ مِنْ خَشْيَةِ اللّهِ وَمَا اللّهُ بِغَافِلٍ عَمَّا تَعْمَلُونَ
﴿٧٤﴾
Julio Cortes
Luego, después de eso, se endurecieron vuestros corazones y se pusieron como la piedra o aún más duros. Hay piedras de las que brotan arroyos, otras que se quiebran y se cuela el agua por ellas, otras que s vienen abajo por miedo a Alá. Alá está atento a lo que hacéis.
Raúl González Bórnez
Tras ello, vuestros corazones se endurecieron como piedras o más aún, pues, en verdad, de algunas piedras brotan ríos y otras se agrietan y sale de ellas agua y algunas de ellas se desmoronan por temor de Dios. Dios no está desatento a lo que hacéis.
Muhammad Isa García
Luego [a pesar de estos milagros] se endurecieron sus corazones como piedras, o más duros aún, porque de algunas piedras brotan ríos, otras se parten y pasa agua a través de ellas, y otras se derrumban por temor a Dios; pero [sepan que] Dios no está desatento de lo que hacen.