وَاتَّبَعُواْ مَا تَتْلُواْ الشَّيَاطِينُ عَلَى مُلْكِ سُلَيْمَانَ وَمَا كَفَرَ سُلَيْمَانُ وَلَكِنَّ الشَّيْاطِينَ كَفَرُواْ يُعَلِّمُونَ النَّاسَ السِّحْرَ وَمَا أُنزِلَ عَلَى الْمَلَكَيْنِ بِبَابِلَ هَارُوتَ وَمَارُوتَ وَمَا يُعَلِّمَانِ مِنْ أَحَدٍ حَتَّى يَقُولاَ إِنَّمَا نَحْنُ فِتْنَةٌ فَلاَ تَكْفُرْ فَيَتَعَلَّمُونَ مِنْهُمَا مَا يُفَرِّقُونَ بِهِ بَيْنَ الْمَرْءِ وَزَوْجِهِ وَمَا هُم بِضَآرِّينَ بِهِ مِنْ أَحَدٍ إِلاَّ بِإِذْنِ اللّهِ وَيَتَعَلَّمُونَ مَا يَضُرُّهُمْ وَلاَ يَنفَعُهُمْ وَلَقَدْ عَلِمُواْ لَمَنِ اشْتَرَاهُ مَا لَهُ فِي الآخِرَةِ مِنْ خَلاَقٍ وَلَبِئْسَ مَا شَرَوْاْ بِهِ أَنفُسَهُمْ لَوْ كَانُواْ يَعْلَمُونَ
﴿١٠٢﴾
Julio Cortes
Han seguido lo que los demonios contaban bajo el dominio de Salomón. Salomón no dejó de creer, pero los demonios sí, enseñando a los hombres la magia y lo que se había revelado a los os ángeles, Harut y Marut, en Babel. Y éstos no enseñaban a nadie, que no dijeran que sólo eran una tentación y que, por tanto, no debía dejar de creer. Aprendieron de ellos cómo dividir a un hombre de su esposa. Y con ello no dañaban a nadie sino autorizados por Alá. Aprendieron lo que les dañaba y no les aprovechaba, sabiendo bien que quien adquiría eso no iba a tener parte en la otra vida. ¡Qué mal negocio han hecho! Si supieran...
Raúl González Bórnez
Ellos siguieron los que decían los demonios bajo el reinado de Salomón. Salomón no fue idólatra, fueron los demonios los que ocultaron la Verdad y enseñaron a la gente la magia y lo que se hizo descender a los dos ángeles, Harut y Marut, en Babel. Estos dos no enseñaron a nadie sin decirle previamente: «Ciertamente, somos una prueba. No perdáis la fe.» Y los demonios aprendieron de ellos dos lo que permite separar al hombre de su esposa, aunque con ello no puedan perjudicar a nadie, excepto con permiso de Dios. Aprendieron lo que les perjudicaba y no les beneficiaba. Sabían que quien comerciase con esto no tendría parte en los beneficios de la otra vida. ¡Qué malo es aquello a cambio de lo que han vendido sus almas! Si lo hubieran sabido...
Muhammad Isa García
Pero sí seguían lo que recitaban los demonios durante el reinado de Salomón. Sepan que Salomón no cayó en la incredulidad sino que fueron los demonios quienes enseñaban a la gente la hechicería y la magia que transmitieron los ángeles Harút y Marút en Babilonia. Ellos no le enseñaban a nadie sin antes advertirle: "Nosotros somos una tentación, no caigan en la incredulidad". A pesar de la advertencia, aprendieron de ellos cómo separar al hombre de su esposa, aunque no podían perjudicar a nadie sin el permiso de Dios. Lo que aprendían los perjudicaba y no los beneficiaba. Pero los hijos de Israel sabían que quien practicara la hechicería no tendría éxito en la otra vida. ¡Qué mal vendieron sus almas! Si supieran.