قَالَ رَبِّ اغْفِرْ لِي وَهَبْ لِي مُلْكًا لَّا يَنبَغِي لِأَحَدٍ مِّنْ بَعْدِي إِنَّكَ أَنتَ الْوَهَّابُ
﴿٣٥﴾
Muhammad Isa García
y exclamó: "¡Oh, Señor mío! Perdóname y concédeme un reino tan poderoso, que nadie pueda igualarlo después de mí; Tú eres el Dadivoso".