قَدْ خَسِرَ الَّذِينَ كَذَّبُواْ بِلِقَاء اللّهِ حَتَّى إِذَا جَاءتْهُمُ السَّاعَةُ بَغْتَةً قَالُواْ يَا حَسْرَتَنَا عَلَى مَا فَرَّطْنَا فِيهَا وَهُمْ يَحْمِلُونَ أَوْزَارَهُمْ عَلَى ظُهُورِهِمْ أَلاَ سَاء مَا يَزِرُونَ
﴿٣١﴾
Julio Cortes
Perderán quienes hayan desmentido el encuentro de Alá. Cuando, al fin, de repente, les venga la Hora, dirán: «¡Ay de nosotros, que nos descuidamos!» Y llevarán su carga a la espalda. ¿No es carga mala la que llevan?
Raúl González Bórnez
Con certeza, habrán perdido quienes desmintieron el encuentro con Dios. Cuando les llegue la Hora súbitamente, dirán: «¡Ay de nosotros! ¡Qué descuidados fuimos!» Cargarán sus pecados sobre sus espaldas. ¿No es acaso una mala carga?