فَرِحَ الْمُخَلَّفُونَ بِمَقْعَدِهِمْ خِلاَفَ رَسُولِ اللّهِ وَكَرِهُواْ أَن يُجَاهِدُواْ بِأَمْوَالِهِمْ وَأَنفُسِهِمْ فِي سَبِيلِ اللّهِ وَقَالُواْ لاَ تَنفِرُواْ فِي الْحَرِّ قُلْ نَارُ جَهَنَّمَ أَشَدُّ حَرًّا لَّوْ كَانُوا يَفْقَهُونَ
﴿٨١﴾
Raúl González Bórnez
Quienes se quedaron atrás tras la partida del Mensajero se alegraron de quedarse y de haberse opuesto a él, pues les repugnaba la idea de combatir con sus bienes y sus personas por la causa de Dios y dijeron: «No salgáis con este calor.» Di: «El Fuego del Infierno es más abrasador.» Si entendieran...
Muhammad Isa García
Los que no participaron [en la batalla de Tabuk] se alegraron por rezagarse contrariando las órdenes del Mensajero. Se negaron a contribuir y luchar por la causa de Dios, y dijeron: "No marchen [a combatir] con este calor". Diles [¡oh, Mujámmad!]: "El calor del fuego del Infierno es más intenso aún". Si comprendieran.