وَتَرَى الشَّمْسَ إِذَا طَلَعَت تَّزَاوَرُ عَن كَهْفِهِمْ ذَاتَ الْيَمِينِ وَإِذَا غَرَبَت تَّقْرِضُهُمْ ذَاتَ الشِّمَالِ وَهُمْ فِي فَجْوَةٍ مِّنْهُ ذَلِكَ مِنْ آيَاتِ اللَّهِ مَن يَهْدِ اللَّهُ فَهُوَ الْمُهْتَدِي وَمَن يُضْلِلْ فَلَن تَجِدَ لَهُ وَلِيًّا مُّرْشِدًا
﴿١٧﴾
Julio Cortes
Habrías visto que el sol, al salir, se desviaba de su caverna hacia la derecha y, al ponerse, los rebasaba hacia la izquierda, mientras ellos estaban en una oquedad de ella. Ése es uno de los signos de Alá. Aquél a quien Alá dirige está bien dirigido, pero para aquél a quien Él extravía no encontrarás amigo que le guíe.
Raúl González Bórnez
Habrías visto que el Sol, cuando salía, entraba por el lado derecho de la cueva y cuando se ponía se marchaba por su lado izquierdo mientras ellos estaban en un espacio amplio de ella. Eso es parte de las señales de Dios. A quien Dios guía está bien guiado y para quien Él extravía no encontrarás protector ni guía.
Muhammad Isa García
Se podía observar cómo el Sol naciente se alejaba de la caverna por la derecha dejándolos al ocultarse por la izquierda, mientras ellos permanecían en un espacio de la misma. Este es uno de los milagros de Dios. Aquel a quien Dios guíe estará bien encaminado, pero a quien deja en el extravío no podrá encontrar protector que lo guíe.