وَلاَ تَقْتُلُواْ أَوْلادَكُمْ خَشْيَةَ إِمْلاقٍ نَّحْنُ نَرْزُقُهُمْ وَإِيَّاكُم إنَّ قَتْلَهُمْ كَانَ خِطْءًا كَبِيرًا
﴿٣١﴾
Raúl González Bórnez
Y no matéis a vuestros hijos por miedo a la pobreza. Nosotros les proveeremos y también a vosotros. Verdaderamente, matarlos es un gran pecado.