مَّا أَفَاء اللَّهُ عَلَى رَسُولِهِ مِنْ أَهْلِ الْقُرَى فَلِلَّهِ وَلِلرَّسُولِ وَلِذِي الْقُرْبَى وَالْيَتَامَى وَالْمَسَاكِينِ وَابْنِ السَّبِيلِ كَيْ لَا يَكُونَ دُولَةً بَيْنَ الْأَغْنِيَاء مِنكُمْ وَمَا آتَاكُمُ الرَّسُولُ فَخُذُوهُ وَمَا نَهَاكُمْ عَنْهُ فَانتَهُوا وَاتَّقُوا اللَّهَ إِنَّ اللَّهَ شَدِيدُ الْعِقَابِ
﴿٧﴾
Julio Cortes
Lo que Alá ha concedido a Su Enviado, de la población de las ciudades, pertenece a Alá, al Enviado. a sus parientes, a los huérfanos, a los pobres y al viajero. Para que no vaya de nuevo a parar a los que de vosotros ya son ricos. Pero, si el Enviado os da algo, aceptadlo. Y, si os prohíbe algo, absteneos. Y ¡temed a Alá! Alá castiga severamente.
Raúl González Bórnez
El botín que, de la gente de las ciudades, Dios otorgó a Su Mensajero es para Dios y para el Mensajero, para los familiares y para los huérfanos, los necesitados y los viajeros, para que no vaya a parar a las manos de los ricos que hay entre vosotros. Y lo que el Mensajero os de tomadlo y absteneos de lo que os prohíba. Y sed temerosos de Dios. En verdad, Dios es severo en el castigo
Muhammad Isa García
Lo que Dios concedió de la gente de las aldeas a Su Mensajero pertenece a Dios, al Mensajero, a sus parientes, a los huérfanos, a los pobres y al viajero insolvente, para que la riqueza no sea un privilegio solo de los ricos. Lo que les ha transmitido el Mensajero tómenlo, y cuanto les haya prohibido déjenlo. Tengan temor de Dios, porque Dios es severo en el castigo.