وَمِنْهُم مَّن يَسْتَمِعُ إِلَيْكَ وَجَعَلْنَا عَلَى قُلُوبِهِمْ أَكِنَّةً أَن يَفْقَهُوهُ وَفِي آذَانِهِمْ وَقْرًا وَإِن يَرَوْاْ كُلَّ آيَةٍ لاَّ يُؤْمِنُواْ بِهَا حَتَّى إِذَا جَآؤُوكَ يُجَادِلُونَكَ يَقُولُ الَّذِينَ كَفَرُواْ إِنْ هَذَآ إِلاَّ أَسَاطِيرُ الأَوَّلِينَ
﴿٢٥﴾
Julio Cortes
Hay entre ellos quienes te escuchan, pero hemos velado sus corazones y endurecido sus oídos para que no lo entiendan. Aunque vieran toda clase de signos, no creerían en ellos. Hasta el punto de que, cuando vienen a disputar contigo, dicen los que no creen: «Éstas no son sino patrañas de los antiguos».
Raúl González Bórnez
Entre ellos, hay algunos que te escuchan, pero Nosotros hemos puesto sobre sus corazones un denso velo para que no comprendan y hemos endurecido sus oídos y, aunque vieran toda clase de señales [de la Verdad], no creerían en ella. Incluso, aunque vengan a discutir contigo, los que no creen dicen: «Esos no son más que mitos de los hombres primitivos.»
Muhammad Isa García
Hay entre ellos quienes [parece] que te prestan atención [cuando recitas el Corán], pero [a causa de su incredulidad] he puesto sobre sus corazones un velo y he ensordecido sus oídos, por ello no pueden comprenderlo. Aunque vieran toda clase de signos, no creerían. Se presentan ante ti solo para debatirte, y dicen: "Esto no es más que una fábula de los antiguos".