فَاصْبِرْ كَمَا صَبَرَ أُوْلُوا الْعَزْمِ مِنَ الرُّسُلِ وَلَا تَسْتَعْجِل لَّهُمْ كَأَنَّهُمْ يَوْمَ يَرَوْنَ مَا يُوعَدُونَ لَمْ يَلْبَثُوا إِلَّا سَاعَةً مِّن نَّهَارٍ بَلَاغٌ فَهَلْ يُهْلَكُ إِلَّا الْقَوْمُ الْفَاسِقُونَ
﴿٣٥﴾
Julio Cortes
Ten, pues, paciencia, como la tuvieron otros enviados resueltos. Y no reclames para ellos el adelantamiento. El día que vean aquello con que se les amenaza, les parecerá no haber permanecido más de una hora de día. Éste es un comunicado. Y ¿quién será destruido sino el pueblo perverso?
Raúl González Bórnez
Así pues, se paciente, de la misma manera que fueron pacientes los Mensajeros poseedores de una fuerte determinación, y no quieras apresurar su castigo. El día en que ellos vean lo que se les ha prometido creerán que sólo han permanecido una hora de un día. Es un comunicado. ¿Acaso alguien va a ser destruido aparte de la gente trasgresora?
Muhammad Isa García
Ten paciencia [¡oh, Mujámmad!] como la tuvieron los Mensajeros con más determinación, y no te impacientes con ellos. El día que [los que se negaron a creer] vean aquello con lo que se les había amenazado, pensarán que estuvieron en la tumba solo un instante del día. Esta es una notificación. ¿A quién le alcanza el castigo sino a la gente perversa?