Corán, Página 554 (Juz 28) recitación de Corán por Maher Al Mueaqly

62/Al Yomoa-9: Yā 'Ayyuhā Al-Ladhīna 'Āmanū 'Idhā Nūdī Lilşşalāati Min Yawmi Al-Jumu`ati Fās`aw 'Ilá Dhikri Allāhi Wa Dharū Al-Bay`a Dhālikum Khayrun Lakum 'In Kuntum Ta`lamūna
¡Creyentes! Cuando se llame el viernes a la azalá, ¡corred a recordar a Alá y dejad el comercio! Es mejor para vosotros. Si supierais... (9)

62/Al Yomoa-10: Fa'idhā Quđiyati Aş-Şalāatu Fāntashirū Fī Al-'Arđi Wa Abtaghū Min Fađli Allāhi Wa Adhkurū Allāha Kathīrāan La`allakum Tufliĥūna
Terminada la azalá, ¡id a vuestras cosas, buscad el favor de Alá! ¡Recordad mucho a Alá! Quizás, así, prosperéis. (10)

62/Al Yomoa-11: Wa 'Idhā Ra'aw Tijāratan 'Aw Lahwan Anfađđū 'Ilayhā Wa Tarakūka Qā'imāan Qul Mā `Inda Allāhi Khayrun Mina Al-Lahwi Wa Mina At-Tijārati Wa Allāhu Khayru Ar-Rāziqīna
Cuando ven un negocio o una distracción, escapan allá y te dejan plantado. Di: «Lo que Alá tiene es mejor que la distracción y el negocio. Alá es el Mejor de los proveedores». (11)

63/Al Monafiqún-1: 'Idhā Jā'aka Al-Munāfiqūna Qālū Nash/hadu 'Innaka Larasūlu Allāhi Wa Allāhu Ya`lamu 'Innaka Larasūluhu Wa Allāhu Yash/hadu 'Inna Al-Munāfiqīna Lakādhibūna
Cuando los hipócritas vienen a ti, dicen: «Atestiguamos que tú eres, en verdad, el Enviado de Alá». Alá sabe que tú eres el enviado. Pero Alá es testigo de que los hipócritas mienten. (1)

63/Al Monafiqún-2: Attakhadhū 'Aymānahum Junnatan Faşaddū `An Sabīli Allāhi 'Innahum Sā'a Mā Kānū Ya`malūna
Se han escudado en sus juramentos y han desviado a otros del camino de Alá. ¡Qué mal está lo que han hecho! (2)

63/Al Monafiqún-3: Dhālika Bi'annahum 'Āmanū Thumma Kafarū Faţubi`a `Alá Qulūbihim Fahum Lā Yafqahūna
Porque primero creyeron y, luego, han descreído. Sus corazones han sido sellados, así que no entienden. (3)

63/Al Monafiqún-4: Wa 'Idhā Ra'aytahum Tu`jibuka 'Ajsāmuhum Wa 'In Yaqūlū Tasma` Liqawlihim Ka'annahum Khushubun Musannadatun Yaĥsabūna Kulla Şayĥatin `Alayhim Humu Al-`Adūwu Fāĥdharhum Qātalahumu Allāhu 'Anná Yu'ufakūna
Cuando se les ve, se admira su presencia. Si dicen algo, se escucha lo que dicen. Son como maderos apoyados. Creen que todo grito va dirigido contra ellos. Son ellos el enemigo. ¡Ten, pues, cuidado con ellos! ¡Que Alá les maldiga! ¡Cómo pueden ser tan desviados! (4)