وَجَاوَزْنَا بِبَنِي إِسْرَائِيلَ الْبَحْرَ فَأَتْبَعَهُمْ فِرْعَوْنُ وَجُنُودُهُ بَغْيًا وَعَدْوًا حَتَّى إِذَا أَدْرَكَهُ الْغَرَقُ قَالَ آمَنتُ أَنَّهُ لا إِلِهَ إِلاَّ الَّذِي آمَنَتْ بِهِ بَنُو إِسْرَائِيلَ وَأَنَاْ مِنَ الْمُسْلِمِينَ
﴿٩٠﴾
Julio Cortes
Hicimos que los Hijos de Israel atravesaran el mar. Faraón y sus tropas les persiguieron con espíritu de rebeldía y hostilidad hasta que, a punto de ahogarse, dijo: «¡Sí, creo que no hay más dios que Aquél en Quien los Hijos de Israel creen! Y soy de los que se someten a Él».
Raúl González Bórnez
Permitimos que los Hijos de Israel cruzasen el mar. Faraón y sus soldados les siguieron con ánimo hostil y violento, hasta que, al comprender que se ahogaba, dijo: «Creo en que no hay más dios que ese en el que creen los Hijos de Israel y soy de los que se someten (a Él).»
Muhammad Isa García
Hice que los Hijos de Israel cruzaran el mar. Pero el Faraón y su ejército los persiguieron injustamente, empujados por el odio. Cuando [el Faraón] sintió que se ahogaba y no tenía salvación, dijo: "Creo en una única divinidad como lo hace el pueblo de Israel, y a Él me entrego".