وَضَرَبَ اللّهُ مَثَلاً رَّجُلَيْنِ أَحَدُهُمَا أَبْكَمُ لاَ يَقْدِرُ عَلَىَ شَيْءٍ وَهُوَ كَلٌّ عَلَى مَوْلاهُ أَيْنَمَا يُوَجِّههُّ لاَ يَأْتِ بِخَيْرٍ هَلْ يَسْتَوِي هُوَ وَمَن يَأْمُرُ بِالْعَدْلِ وَهُوَ عَلَى صِرَاطٍ مُّسْتَقِيمٍ
﴿٧٦﴾
Julio Cortes
Alá propone un símil: dos hombres, uno de ellos mudo, incapaz de nada y carga para su dueño; le mande adonde le mande, no trae ningún bien. ¡Son iguales este hombre y el que prescribe la justicia y está en una vía recta?
Raúl González Bórnez
Y pone Dios el ejemplo de dos hombres, uno de ellos es mudo de nacimiento y no tiene poder sobre nada y es una carga para su amo. A cualquier asunto al que le envía no le trae nada bien ¿Serán iguales él y quien ordena la justicia y está sobre un camino recto?
Muhammad Isa García
Dios les expone otro ejemplo [para que reflexionen acerca de Su unicidad]: ¿Acaso pueden equipararse dos personas: un incapaz y mudo que no hace nada bien y representa una carga para su tutor, y una persona que alza su voz para defender la justicia y está en el sendero recto?