أَلَمْ تَرَ إِلَى الَّذِينَ نُهُوا عَنِ النَّجْوَى ثُمَّ يَعُودُونَ لِمَا نُهُوا عَنْهُ وَيَتَنَاجَوْنَ بِالْإِثْمِ وَالْعُدْوَانِ وَمَعْصِيَتِ الرَّسُولِ وَإِذَا جَاؤُوكَ حَيَّوْكَ بِمَا لَمْ يُحَيِّكَ بِهِ اللَّهُ وَيَقُولُونَ فِي أَنفُسِهِمْ لَوْلَا يُعَذِّبُنَا اللَّهُ بِمَا نَقُولُ حَسْبُهُمْ جَهَنَّمُ يَصْلَوْنَهَا فَبِئْسَ الْمَصِيرُ
﴿٨﴾
Julio Cortes
¿No ves a aquéllos a quienes se ha prohibido celebrar conciliábulos, que se obstinan en lo prohibido y los celebran, haciéndose culpables de pecado, de violación de la ley y de desobediencia al Enviado? Cuando vienen a ti, te saludan de manera distinta a como Alá te saluda y dicen para sí: «¿Cómo es que Alá no nos castiga por lo que decimos?» Les bastará con la gehena, en la que arderán. ¡Qué mal fin...!
Raúl González Bórnez
¿Acaso no has visto a aquellos a quienes les fue prohibido hablar en secreto pero vuelven nuevamente a lo que les fue prohibido y hablan en secreto, obrando mal contra sí mismos y contra los demás y desobedeciendo al Mensajero? Y cuando vienen a ti te saludan de manera diferente a como Dios te saluda y dicen para sí mismos: «¿Por qué Dios no nos castiga por lo que decimos?» ¡Será suficiente para ellos el Infierno en el que arderán! ¡Qué mal destino!
Muhammad Isa García
¿Acaso no ves a aquellos a los que se les habían prohibido los conciliábulos, pero igualmente persisten en hacerlo en secreto? Se confabulan para la maldad, la enemistad y la desobediencia al Mensajero. Cuando se presentan ante ti [¡oh, Mujámmad!] no te saludan como Dios ha ordenado que lo hagan, y se dicen ente ellos [en tono burlón]: "¿Por qué será que Dios no nos castiga por lo que decimos?" Será suficiente el Infierno al que serán arrojados. ¡Qué pésimo destino!