تُدَمِّرُ كُلَّ شَيْءٍ بِأَمْرِ رَبِّهَا فَأَصْبَحُوا لَا يُرَى إِلَّا مَسَاكِنُهُمْ كَذَلِكَ نَجْزِي الْقَوْمَ الْمُجْرِمِينَ
﴿٢٥﴾
Julio Cortes
que va a destruirlo todo a una orden de su Señor». A la mañana siguiente, no se veía más que sus viviendas. Así retribuimos a la gente pecadora.