يَا صَاحِبَيِ السِّجْنِ أَمَّا أَحَدُكُمَا فَيَسْقِي رَبَّهُ خَمْرًا وَأَمَّا الآخَرُ فَيُصْلَبُ فَتَأْكُلُ الطَّيْرُ مِن رَّأْسِهِ قُضِيَ الأَمْرُ الَّذِي فِيهِ تَسْتَفْتِيَانِ
﴿٤١﴾
Raúl González Bórnez
«¡Oh, compañeros de prisión! Uno de vosotros escanciará vino a su señor pero el otro será crucificado y los pájaros comerán de su cabeza.» «Aquello sobre lo que ambos me pedíais opinión es un asunto que ya ha sido decretado.»