وَإِنِّي كُلَّمَا دَعَوْتُهُمْ لِتَغْفِرَ لَهُمْ جَعَلُوا أَصَابِعَهُمْ فِي آذَانِهِمْ وَاسْتَغْشَوْا ثِيَابَهُمْ وَأَصَرُّوا وَاسْتَكْبَرُوا اسْتِكْبَارًا
﴿٧﴾
Julio Cortes
Siempre que les llamo para que Tú les perdones, se ponen los dedos en los oídos, se cubren con la ropa, se obstinan y se muestran en extremo altivos.
Raúl González Bórnez
Y, en verdad, cada vez que les invito para que Tú les perdones, ponen sus dedos en sus oídos y se cubren con sus ropas, persisten en su hostilidad y se muestran extremadamente arrogantes.»
Muhammad Isa García
Cada vez que les invité a la guía recta para que Tú los perdonaras, se pusieron los dedos en los oídos, se cubrieron [los ojos] con la ropa, se obstinaron y actuaron con soberbia.