وَمَن يُوَلِّهِمْ يَوْمَئِذٍ دُبُرَهُ إِلاَّ مُتَحَرِّفاً لِّقِتَالٍ أَوْ مُتَحَيِّزاً إِلَى فِئَةٍ فَقَدْ بَاء بِغَضَبٍ مِّنَ اللّهِ وَمَأْوَاهُ جَهَنَّمُ وَبِئْسَ الْمَصِيرُ
﴿١٦﴾
Raúl González Bórnez
Quien les dé la espalda ese día, excepto para cambiar su puesto de combate o para incorporarse a otra tropa, sufrirá la ira de Dios y su refugio será el Infierno ¡Qué mal destino!
Muhammad Isa García
Pero quien huya, a menos que fuera por una maniobra de batalla o para unirse a otra tropa, incurrirá en la ira de Dios y su morada final será el Infierno. ¡Qué pésimo destino!