وَرَاوَدَتْهُ الَّتِي هُوَ فِي بَيْتِهَا عَن نَّفْسِهِ وَغَلَّقَتِ الأَبْوَابَ وَقَالَتْ هَيْتَ لَكَ قَالَ مَعَاذَ اللّهِ إِنَّهُ رَبِّي أَحْسَنَ مَثْوَايَ إِنَّهُ لاَ يُفْلِحُ الظَّالِمُونَ
﴿٢٣﴾
Raúl González Bórnez
Y la señora de la casa en la que él estaba le acosó. Cerró las puertas y dijo: «¡Ven!» Él dijo: «¡Dios me proteja! En verdad, Él es mi Señor y me ha dado un buen alojamiento. ¡En verdad, los opresores no triunfarán!»
Muhammad Isa García
Pero la señora de la casa en la cual estaba se sintió atraída por él. Lo llamó y, cerrando las puertas, exclamó: "¡Ven aquí, soy tuya!" Dijo José: "¡Qué Dios me proteja! Mi amo [tu esposo] me ha colmado de honores. Debes saber que los traidores no acaban bien".