يَا أَيُّهَا النَّاسُ اتَّقُوا رَبَّكُمْ وَاخْشَوْا يَوْمًا لَّا يَجْزِي وَالِدٌ عَن وَلَدِهِ وَلَا مَوْلُودٌ هُوَ جَازٍ عَن وَالِدِهِ شَيْئًا إِنَّ وَعْدَ اللَّهِ حَقٌّ فَلَا تَغُرَّنَّكُمُ الْحَيَاةُ الدُّنْيَا وَلَا يَغُرَّنَّكُم بِاللَّهِ الْغَرُورُ
﴿٣٣﴾
Julio Cortes
¡Hombres! ¡Temed a vuestro Señor y tened miedo de un día en que el padre no pueda satisfacer por su hijo, ni el hijo por su padre! ¡Lo que Alá promete es verdad! ¡Que la vida de acá no os engañe, y que el Engañador no os engañe acerca de Alá!
Raúl González Bórnez
¡Oh, gentes! Sed temerosos de vuestro Señor y tened miedo de un día en el que un padre no pueda expiar las faltas de su hijo, ni un hijo pueda expiar las faltas de su padre en absoluto. En verdad, la promesa de Dios es cierta. Por tanto, que la vida mundanal no os vuelva soberbios y que el Soberbio no os haga soberbios frente a Dios.
Muhammad Isa García
¡Oh, gente! Teman a su Señor y [teman] el día en el que ningún padre pueda cargar las faltas de su hijo y ningún hijo pueda cargar las faltas de su padre. Lo que Dios promete se cumple. Que no los seduzcan los placeres de la vida mundanal ni los engañe el Seductor [el demonio], alejándolos de Dios.