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Al Maeda-106, Sura La mesa servida Verso-106

5/Al Maeda-106 - recitación de Corán por Abu Bakr al Shatri
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Al Maeda-106, Sura La mesa servida Verso-106

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سورة المائدة

Surah Al Maeda

Bi-smi-llāhi r-rahmāni r-rahīm

يِا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُواْ شَهَادَةُ بَيْنِكُمْ إِذَا حَضَرَ أَحَدَكُمُ الْمَوْتُ حِينَ الْوَصِيَّةِ اثْنَانِ ذَوَا عَدْلٍ مِّنكُمْ أَوْ آخَرَانِ مِنْ غَيْرِكُمْ إِنْ أَنتُمْ ضَرَبْتُمْ فِي الأَرْضِ فَأَصَابَتْكُم مُّصِيبَةُ الْمَوْتِ تَحْبِسُونَهُمَا مِن بَعْدِ الصَّلاَةِ فَيُقْسِمَانِ بِاللّهِ إِنِ ارْتَبْتُمْ لاَ نَشْتَرِي بِهِ ثَمَنًا وَلَوْ كَانَ ذَا قُرْبَى وَلاَ نَكْتُمُ شَهَادَةَ اللّهِ إِنَّا إِذًا لَّمِنَ الآثِمِينَ ﴿١٠٦﴾
5/Al Maeda-106: Yā 'Ayyuhā Al-Ladhīna 'Āmanū Shahādatu Baynikum 'Idhā Ĥađara 'Aĥadakumu Al-Mawtu Ĥīna Al-Waşīyati Athnāni Dhawā `Adlin Minkum 'Aw 'Ākharāni Min Ghayrikum 'In 'Antum Đarabtum Fī Al-'Arđi Fa'aşābatkum Muşībatu Al-Mawti Taĥbisūnahumā Min Ba`di Aş-Şalāati Fayuqsimāni Billāhi 'Ini Artabtum Lā Nashtarī Bihi Thamanāan Wa Law Kāna Dhā Qurbá Wa Lā Naktumu Shahādata Allāhi 'Innā 'Idhāan Lamina Al-'Āthimīna

Julio Cortes

¡Creyentes! Cuando, a punto de morir, hagáis testamento, llamad como testigos a dos personas justas de los vuestros o bien a dos de fuera si estáis de viaje y os sobreviene la muerte. Retenedlas después de la azalá. Si dudáis de ellas, que juren por Alá: «¡No nos venderemos, aunque se trate de un pariente, ni ocultaremos el testimonio de Alá! Si no, seríamos de los pecadores».

Raúl González Bórnez

¡Oh, los que creéis! Cuando a alguno de vosotros se le presente la muerte, que dos hombres justos de entre vosotros sean testigos de su testamento, u otros dos que no sean de los vuestros, si estáis de viaje y se os presenta a dificultad de la muerte. Haced que ambos se queden después de la oración y que juren por Dios: «No alteraremos nuestro testimonio a ningún precio, aunque se trate de un familiar y no ocultaremos el testimonio que pertenece a Dios, pues entonces seríamos unos pecadores.»

Muhammad Isa García

¡Oh, creyentes! Ante la inminencia de la muerte deben declarar su testamento ante dos testigos confiables conocidos, o bien dos extraños si están de viaje y les sobreviene la [agonía de la] muerte. Si dudan [del testimonio] de los testigos, reténganlos hasta después de la oración para que juren por Dios: "No pretendemos, con nuestro testimonio, ningún provecho personal ni beneficiar a un pariente. No ocultamos el testimonio que Dios nos ordenó declarar, porque de hacerlo nos contaríamos entre los pecadores".
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