مُّحَمَّدٌ رَّسُولُ اللَّهِ وَالَّذِينَ مَعَهُ أَشِدَّاء عَلَى الْكُفَّارِ رُحَمَاء بَيْنَهُمْ تَرَاهُمْ رُكَّعًا سُجَّدًا يَبْتَغُونَ فَضْلًا مِّنَ اللَّهِ وَرِضْوَانًا سِيمَاهُمْ فِي وُجُوهِهِم مِّنْ أَثَرِ السُّجُودِ ذَلِكَ مَثَلُهُمْ فِي التَّوْرَاةِ وَمَثَلُهُمْ فِي الْإِنجِيلِ كَزَرْعٍ أَخْرَجَ شَطْأَهُ فَآزَرَهُ فَاسْتَغْلَظَ فَاسْتَوَى عَلَى سُوقِهِ يُعْجِبُ الزُّرَّاعَ لِيَغِيظَ بِهِمُ الْكُفَّارَ وَعَدَ اللَّهُ الَّذِينَ آمَنُوا وَعَمِلُوا الصَّالِحَاتِ مِنْهُم مَّغْفِرَةً وَأَجْرًا عَظِيمًا
﴿٢٩﴾
Julio Cortes
Mahoma es el Enviado de Alá. Quienes están con él son severos con los infieles y cariñosos entre sí. Se les ve inclinados o prosternados, buscando favor de Alá y satisfacerle. Se les nota en el rostro que se prosternan. Tal es su imagen en la Tora. Y en el Evangelio se les compara con la semilla que, habiendo germinado, fortifica su brote y éste crece y se yergue en el tallo, constituyendo la alegría del sembrador, para terminar irritando a los infieles por su medio. A quienes de ellos crean y obren bien, Alá les ha prometido perdón y una magnífica recompensa.
Raúl González Bórnez
Muhammad el Mensajero de Dios y los que con él están son duros con los que tratan de ocultar la Verdad y misericordiosos entre ellos. Les verás inclinándose y prosternándose, buscando el favor de Dios y Su satisfacción. En sus rostros se perciben las señales por efecto de su prosternación. Así están descritos en la Torá y en el Evangelio. Son como un sembrado en el que germinan sus semillas, crecen y se ensanchan y fortalecen en su tallo, sorprendiendo a los sembradores. Y con ello Él enoja a los que no creen. Y Dios ha prometido a quienes de ellos crean y realicen buenas obras, perdón y una recompensa inmensa.
Muhammad Isa García
Mujámmad es el Mensajero de Dios. [Los creyentes] que están con él son severos con los que se niegan a creer, pero misericordiosos entre ellos. Los verás [rezando] inclinados y prosternados, anhelando alcanzar la misericordia de Dios y Su complacencia. En sus rostros se encuentran las huellas de la prosternación. Así fueron descritos en la Tora; mientras que en el Evangelio se los compara con una semilla que germina, brota, se fortalece, cobra grosor y se afirma en su tallo, causando alegría a los sembradores. Para que se indignen los que se niegan a creer. A los que crean y obren rectamente, Dios les ha prometido el perdón y una recompensa grandiosa.