قَالُواْ يَا شُعَيْبُ أَصَلاَتُكَ تَأْمُرُكَ أَن نَّتْرُكَ مَا يَعْبُدُ آبَاؤُنَا أَوْ أَن نَّفْعَلَ فِي أَمْوَالِنَا مَا نَشَاء إِنَّكَ لَأَنتَ الْحَلِيمُ الرَّشِيدُ
﴿٨٧﴾
Julio Cortes
Dijeron: «¡Suayb! ¿Acaso te ordena tu religión que dejemos lo que nuestros padres servían o que dejemos de utilizar libremente nuestra hacienda? Tú eres, ciertamente, el benigno, el honrado».
Raúl González Bórnez
Dijeron: «¡Oh, Shuayb! ¿Acaso tu oración te ordena que abandonemos lo que nuestros antepasados adoraban o que no podamos hacer con nuestros bienes lo que queramos? Precisamente tú que, en verdad, eres el razonable, el que obra con máxima rectitud.»
Muhammad Isa García
Le respondieron: "¡Oh, Jetró! ¿Es tu [forma de] adoración la que te ordena que dejemos aquello que adoraban nuestros padres, y dejemos de hacer con nuestros bienes lo que queramos? ¿En serio te crees afable y honrado?"