فَكُلًّا أَخَذْنَا بِذَنبِهِ فَمِنْهُم مَّنْ أَرْسَلْنَا عَلَيْهِ حَاصِبًا وَمِنْهُم مَّنْ أَخَذَتْهُ الصَّيْحَةُ وَمِنْهُم مَّنْ خَسَفْنَا بِهِ الْأَرْضَ وَمِنْهُم مَّنْ أَغْرَقْنَا وَمَا كَانَ اللَّهُ لِيَظْلِمَهُمْ وَلَكِن كَانُوا أَنفُسَهُمْ يَظْلِمُونَ
﴿٤٠﴾
Julio Cortes
Sorprendimos a cada uno por su pecado. Contra unos enviamos una tempestad de arena. A otros les sorprendió el Grito. A otros hicimos que la tierra se los tragara. A otros les anegamos. No fue Alá quien fue injusto con ellos, sino que ellos lo fueron consigo mismos.
Raúl González Bórnez
Así pues, tomamos a cada uno de ellos por sus pecados. A algunos de ellos Nosotros les enviamos una tormenta huracanada de piedras, a otros les sorprendió el Grito, a otros hicimos que se los tragase la tierra y a otros les ahogamos. Y no fue Dios quien les oprimió, ellos se oprimieron a sí mismos.
Muhammad Isa García
A cada uno [de ellos] los aniquilé según sus pecados. A unos les envié un viento huracanado, a otros los sorprendió un estrépito, a otros hice que se los tragara la tierra, y a otros hice que se ahogaran. Dios no fue injusto con ellos, sino que ellos lo fueron consigo mismos.