يَا نِسَاء النَّبِيِّ لَسْتُنَّ كَأَحَدٍ مِّنَ النِّسَاء إِنِ اتَّقَيْتُنَّ فَلَا تَخْضَعْنَ بِالْقَوْلِ فَيَطْمَعَ الَّذِي فِي قَلْبِهِ مَرَضٌ وَقُلْنَ قَوْلًا مَّعْرُوفًا
﴿٣٢﴾
Julio Cortes
¡Mujeres del Profeta! Vosotras no sois como otras mujeres cualesquiera. Si teméis a Alá, no seáis tan complacientes en vuestras palabras que llegue a anhelaros el enfermo de corazón. ¡Hablad, más bien, como se debe!
Raúl González Bórnez
¡Oh, esposas de Profeta! ¡Vosotras no sois como cualquier otra mujer! Si sois temerosas de Dios, no elevéis vuestro tono de voz al hablar, de manera que se despierte el deseo de quien tiene una enfermedad en el corazón, y hablad de manera buena y adecuada.
Muhammad Isa García
¡Oh, mujeres del Profeta! Ustedes no son como las demás mujeres, si tienen temor de Dios, no hablen con voz dulce, de modo que quien tenga su corazón enfermo sienta alguna atracción; hablen recatadamente.